¡Gracias Señor!
Comparto con ustedes la alegría de haber llegado a estos 25 años de vida consagrada.
Agradezco a Dios el permitirme hoy compartir con ustedes esta experiencia, que no ha sido fácil, pero que con su gracia y su amor hoy puedo decir ¡aquí estoy Señor!
25 años es un largo camino, camino recorrido con altas y bajas, con penas y alegrías, pero al mismo tiempo de satisfacción porque, aunque no soy digna, con su gracia he podido perseverar en su llamado de amor.
Gracias hermanas porque cada una de ustedes ha sido parte de este largo caminar, que con su alegría, testimonio y sobre todo con su fidelidad, me han ayudado llegar hasta el día de hoy.
El Señor nos da a cada una nuestra propia cruz para cargarla con amor y es ese amor que nos permite perseverar en medio de las pruebas. Dios me conceda llegar hasta el fin de la carrera como dice el apóstol San Pablo.
Su hermana Carmen Isabel Alcocer García
“Por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido vana en mi” 1 Cor 15,10
Agradezco a Dios la oportunidad de saludarlas a través de estas sencillas líneas, pidiendo en mi oración por cada una de ustedes, para que juntas alcancemos ser fieles al Señor hasta el final de nuestras vidas.
San Pablo, el gran apóstol siempre me ha acompañado por medio de esta cita bíblica de la carta a los Corintios, y es que todos estos años que han pasado desde el gran momento de mi si al Señor, han sido solamente don y gracia.
Don y Gracia que el Señor ha derramado en mi vida, en cada comunidad, en cada hermana y en cada persona con las que él me ha permitido compartir su amor. Mi camino a lo largo de estos años ha sido muy reconfortante, lleno de felicidad, de amistad, de entrega, de superar dificultades, de caerme y ponerme de pie nuevamente, por lo que agradezco a cada una de las madres y hermanas que fueron para mí, la luz de Dios que me permitió ver con claridad su voluntad.
Dios me ha mostrado su amor de tantas maneras que solo me queda agradecerle y pedirle me siga sosteniendo con su gracia.
Hoy mi misión es estar en la comunidad de Santa Margarita en Clewiston, Florida, y desde aquí elevo mi acción de gracias al Señor por estos XXV años de entrega a su servicio como religiosa Misionera Hija de la Madre Santísima de la Luz.
Con mi cariño hecho oración.
Hna. Mercedes Rodríguez Gómez
“Todo lo puedo en cristo que me conforta”.
Estimadas hermanas en Cristo:
Me dirijo estas líneas en marco del 75 Aniversario para compartir este momento de gracia.
Primero quiero agradecerle a Dios por su infinita bondad para conmigo porque me ha permitido servirle estos 25 años en nuestro amado Instituto de Misioneras Hijas de la Madre Santísima de la Luz, a mis padres porque ellos fueron los primeros que sembraron en mí la semilla de le fe y a las madres que fueron mis formadoras, a través de ellas fui conociendo el carisma y la espiritualidad de nuestro instituto; y a todos los miembros de nuestro Instituto, en especial a las hermanas que han caminado conmigo en algunas etapas de mi vida.
Todos estos años han sido un caminar tomada de las manos del Señor y de María Santísima, han sido momento de alegría, tristezas, desalientos, dudas, sin embargo, en cada etapa he aprendido a fortalecerme en mi vocación y he sentido el amor misericordioso de Dios que me ha acompañado y me ha ayudado crecer como persona y como consagrada.
Madres amemos nuestra vocación no dejemos que nada nos lo arrebate, si Dios nos ha llamado a esta vida para colaborar en la salvación de la humanidad, respondamos con generosidad y alegría y oremos juntas por nuestra fidelidad para hacer realidad todos los días el sueño de Papa Juan: llegar a todos los lugares donde no se conoce a Dios; que a través de nuestro testimonio mostremos a nuestros hermanos el rostro amoroso de Dios. Acompáñenme con sus oraciones en mi acción de gracias por estos 25 años, lo considero una gracias especial de parte de Dios y confirmo nuevamente que me ha mirado con amor y le pido su gracia para que cada día le sea fiel y la alegría en mí siempre permanezca.
Con cariño y oraciones.
Hna. Leydi Beatriz Ku Moo